Revista EL COLECTIVO

Revista EL COLECTIVO

viernes, 20 de noviembre de 2009

LA JUNCAL BASADO EN UN CUENTO DE HAROLDO CONTI

La Juncal es un cortometraje escrito y dirigido por Juan Manuel Alonso y basada en un relato de Haroldo Conti que ya tiene fecha de proyección en Viale es el día 3 de Diciembre de 2009, 20:30Hs en la Escuela N°60 Salon Malena.
En el blog: http://la-juncal.blogspot.com/ puede leerse:
A mediados de los 70 un grupo de hombres que se conocen porque alguna parte de sus vidas coincide con un ambiente determinado por historias de barcos y ríos viaja a una isla en la desembocadura del río Uruguay, entre el Guazucito, del lado argentino, y Carmelo, del lado uruguayo. En esa isla, en La Juncal, nació y vive hace 80 años doña Julia Lanfranconi. Todos los 19 de junio los amigos de la vieja surcan el río y el invierno para festejar su cumpleaños. Este junio es también lo mismo. Los hombres disponen sus cosas, se navega. Doña Julia está esperándolos, también los del lado uruguayo están; sucede de memoria. Sin embargo, aunque difusa,la reunión tiene una nota ambigua, como si se tratara del final de algo.
La ficha tecnica es la siguiente:
DIRECCIÓN Juan Manuel Alonso
ASISTENTE DE DIRECCIÓN Norberto Pacheco
FOTOGRAFÍA Aldo Ferradas
SONIDO Fernando Romero
ARTE Gustavo Gómez
ESCENOGRAFÍAS Nicolás Boni
G. Gómez - J. M. Alonso
VESTUARIO Cintia Berardi
JEFA DE PRODUCCIÓN
Giselle Romano
ASISTENTE DE PRODUCCIÓN
Graciela Rocha
AYUDANTES DE PRODUCCIÓN
Guillermo Almirón
Margarita Alonso
EQUIPAMIENTO TÉCNICO
Digitalburó
PRODUCIDA POR
Juan Mauel Alonso
PUEDEN VERSE AVANCES EN: http://www.youtube.com/watch?v=y-

martes, 17 de noviembre de 2009

2.826 PIBES ASESINADOS POR LA POLICIA


De Walter Bulacio a Rubén Carballo: 2.826 pibes asesinados por la policía argentina.
Acto en Plaza de Mayo el viernes 20 de noviembre a las 18:00


Los portales de noticias en Internet anticipan los titulares de los diarios de mañana:
"Un adolescente de 17 años permanece internado con muerte cerebral a causa de los disturbios ocurridos antes de un recital de rock en un estadio porteño. Un grupo de jóvenes intentó ingresar sin entradas para ver el show. La policía reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma para disolver a los manifestantes, hubo heridos y detenidos."
Esta vez fue en Vélez, tocaban Viejas Locas y el chico que está en coma en el Centro Gallego se llama Rubén Orlando Carballo.
En abril de 1991 el titular de los diarios fue el mismo. Esa vez fue en Obras, tocaban los Redondos, y el estudiante que murió una semana después, se llamaba Walter David Bulacio. También tenía 17 años.
El jefe de prensa de la policía federal, comisario Néstor Rodríguez, explicó hoy en varias radios que los pibes "se querían colar", que había "inadaptados" y que los uniformados tuvieron que emplear "la fuerza mínima necesaria para restablecer el orden".
En 1991, el argumento del comisario Miguel Ángel Espósito fue que los chicos "estaban aglomerados en la vía pública, bailaban y pretendían ingresar al estadio sin entradas".

El comisario Rodríguez explicó bien el rol de la policía: Como brazo armado del estado, dirigido por el gobierno de turno, su función es garantizar el orden establecido, y, cuando se ve amenazado, restaurarlo por medio de la fuerza. Eso se llama control social. Con "la fuerza mínima necesaria", desde luego. Eso se llama economía de recursos.
Entre 1991 y 2009 -entre Walter y Rubén - miles de chicos fueron asesinados a golpes o con otros métodos de tortura, en la calle, en comisarías u otros lugares de detención, murieron fusilados por el gatillo fácil o desaparecieron a manos de las fuerzas de seguridad argentinas.
Policías, gendarmes, prefectos, servicios penitenciarios y vigiladores privados nos mataron 2.826 chicos desde el 10 de diciembre de 1983 hasta ayer.
Desde el 25 de mayo de 2003, el gobierno peronista de los Kirchner mató, con el gatillo fácil o la tortura, en cárceles, comisarías o institutos de menores, 1.323 chicos. Durante la presidencia de Néstor Kirchner, 928. En los dos años que lleva su esposa, 395.
En el último año, el aparato represivo estatal nos mató un pibe cada 28 horas. Más de 20 por mes. El 53% tenía menos de 25 años.
El viernes 20 de noviembre, a las 18:00, CORREPI presentará, en un acto público en Plaza de Mayo, la actualización 2009 del Archivo, informe que recopila todos los casos conocidos de personas asesinadas por el aparato represivo estatal desde 1983.
Con el protagonismo de los familiares de los chicos asesinados por el gatillo fácil y la tortura, nucleados en CORREPI, y la presencia de organizaciones de trabajadores ocupados y desocupados, estudiantiles, sociales y políticas, que han padecido la represión cotidiana a lo largo del año, mostraremos, con los datos a la vista, el alcance y extensión de las políticas represivas oficiales en todo el país.
Los esperamos.

CORREPI
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional
Ciudad de Buenos Aires • Argentina
correpi@fibertel.com.ar

POESIA: LOS VIENTOS DE LA HISTORIA

La Asesoría Cultural de la Gobernación y la Subsecretaría de la Juventud han organizado para los días 18 y 19 de noviembre un acto cultural que han denominado “Los Vientos de la Historia”.

Se trata de una lectura de poemas en la que participarán el día 18 los escritores Martín Carlomagno, Ricardo Maldonado y Marta Zamarripa quienes leerán poemas de sus libros publicados.

El día 19, Marta Zamarripa y Martín Carlomagno rendirán un homenaje a los poetas Juan Gelman, Francisco Urondo, Guillermo B. Harispe, Tilo Wernner y Alfonso Sola González entre otros.

Los actos prometen alcanzar un alto nivel poético dado la calidad de los escritores como así también de los poetas homenajeados.
Este acto comenzará a las 20 y 30 hs de los días 18 y 19 de noviembre respectivamente.
Los organizadores invitan a los escritores y al público de Paraná a concurrir a esta celebración poética.
La información fue enviada por el amigo Martín Carlomagno pero no incluye lugar donde se desarrollará la actividad pero sí dan un teléfonos para informes:
4236758, 4224742 o al 4208751.

viernes, 13 de noviembre de 2009

EXPOLIACION MINERA Y UNIVERSIDAD PUBLICA

Jornadas
“Acción política y tradiciones culturales.
Debates en la universidad pública en torno a la resistencia a la expoliación minera”

"Del inconformismo surgen las revueltas, la desobediencia...
ante aquello que se nos presenta como inhumano"


Paraná, 19 y 20 de noviembre de 2009
Fundamentación

A fines de 2008 llegaron por primera vez a la Universidad Nacional de Entre Ríos los fondos provenientes de la explotación minera “Bajo La Alumbrera”. Hasta ese momento la megaminería era un tema ajeno a nuestra universidad, a pesar de que las Asambleas de Vecinos y otros movimientos sociales de la región cordillerana, llevan años enfrentando las iniciativas de las transnacionales y sufriendo los efectos de las mega-explotaciones. En aquel momento, los Consejeros Superiores de la Universidad discutieron si recibir o no estos fondos, y finalmente decidieron –casi por unanimidad– aceptar un millón de pesos para distribuir entre las 9 facultades que componen la UNER.

Transcurrido casi un año, la Universidad de Entre Ríos se ha dado no sólo un debate ampliado acerca del rechazo de estos fondos desde la perspectiva de la defensa de la autonomía universitaria, –un ethos de justicia que honra la tradición de la Universidad Pública– sino que ha visto emerger una corriente de opinión universitaria dispuesta a un trabajo renovado con los protagonistas de la resistencia a la megaminería y con actores de otras universidades públicas.

La universidad se re-abre, de este modo, a la cuestión de la politicidad de la investigación científica. Se encarna una voluntad y un sentido políticos, en los que se inscribe la puesta en cuestión del contenido epistémico de la Ciencia y sus correlatos sociales. Ese cuestionamiento es constitutivo del vínculo y la responsabilidad política con su tiempo social.

Esto sucede en el contexto de los actuales rechazos de 19 Facultades del país y una universidad a recibir fondos de la explotación minera.
Esta apertura se instala, entonces, para pensar el sentido de la "utilidad social del conocimiento" producido en la universidad, poniendo en discusión la concepción ofertista de la relación conocimiento-sociedad fundado en la idea de "transferencia", pero fundamentalmente tematizando la imprescindible democratización del conocimiento.
De este modo los universitarios y los asambleístas que resisten queremos reflexionar, discutir, poner nuestros inconformismos en el centro del trabajo:
· ¿Qué conocimiento para qué política?
· ¿Con quiénes producimos conocimiento y hacemos política?


Reencontramos, en la preocupación por no ser cómplices de las políticas de expoliación minera, nos impone la pregunta acerca de qué ciencia, qué política, qué universidad, con quiénes… para un porvenir que merezca ese nombre.
El gesto consiste en pensar –entre universitarios y las diferentes organizaciones en lucha– nuevas articulaciones sociales, como forma de ponernos en otros espacios desde donde ser interlocutores de nuestro tiempo.


Jueves 19 de Noviembre
Facultad de Ciencias de la Educación (Buenos Aires 389)
17:00hs - Auditorio “Rodolfo Walsh”
Proyección del documental “La Ganga” (2007) – 90 min. Director: Lisandro Costa. "Mejor Documental sobre temas Ambientales".

En “La Ganga” más allá de la denuncia, hay una clara vocación contrainformativa. Este documental sobre la explotación minera a gran escala en la República Argentina persigue un objetivo claro y medular: contrarrestar el silencio –o la desinformación- producida por los medios masivos en torno a la cuestión minera.

19:00hs – Aula E1
Mesa Redonda “Los saberes y las luchas. Memorias y perspectivas I”:· Maristella Svampa. Investigadora del CONICET y de la Universidad Nacional General Sarmiento. Junto a Mirta Antonelli compiló el libro “Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales”, Biblos, Bs. As, 2009.

· Horacio Machado Araoz. Docente de la Universidad de Catamarca e integrante de la Asamblea Socioambiental Catamarca. Autor de “Minería transnacional, conflictos socioterritoriales y nuevas dinámicas expropiatorias. El caso de Minera Alumbrera” en el libro “Minería transnacional…” (Svampa–Antonelli comp).

· Representante de AGMER (Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos).

Viernes 20 de Noviembre

Facultad de Trabajo Social (La Rioja 6)
17:00hs - Salón de Actos " Ofelia Zaragozzi"

Mesa Redonda “Los saberes y las luchas. Memorias y perspectivas II”:

· Guillermo Luciano. Docente de la Facultad de Bromatología de la UNER e integrante de Fundavida (Gualeguaychú).

· Asamblea Ciudadana Contra la Contaminación y el Saqueo de San Juan (UAC).

· Foro Ecologista de Paraná.

20:00hs - Salón de Actos " Ofelia Zaragozzi"

Mesa Redonda “Los saberes y las luchas. Memorias y perspectivas III”:

· Javier Rodríguez Pardo. Movimiento antinuclear de Chubut, de la Red Nacional de Acción Ecologista y de la Asamblea Coordinadora Patagónica por la Vida Contra la Contaminación y el Saqueo. Es periodista especializado en problemática medioambiental.

· Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Andalgalá.

· Asamblea Ciudadana Ambiental Colón.

Invitados especiales:

M´Biguá
Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú
Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el Problema de la Basura (Paraná)
Asamblea Ciudadana Ambiental Concepción del Uruguay
Todas las organizaciones que quieran participar

UNER EN MOVIMIENTO
http://unerenmovimiento.wordpress.com
unerenmovimiento@gmail.com

Comisión Universitaria Interclaustros Contra los Fondos Mineros
Centro de Estudiantes de la Facultad de Trabajo Social y Agrupaciones: 7 de Noviembre – CHE – A Contramano – Espacio Abierto – Proyecto Sur – John William Cooke – Interclaustros Eternauta. Centro de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería y Agrupación La Nueva Corriente. Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación y Agrupación 20 de Diciembre. Sindicato de Trabajadores Docentes Universitarios (SiTraDU). Agrupación Docente "Oscar Varsavsky".

viernes, 6 de noviembre de 2009

FALLECIÓ ANIBAL FORD


Investigador y Docente fundacional del campo de los estudios de Comunicación Social, tanto en la Argentina como en Latinoamérica y fue el creador del Centro Editor de América Latina, el destacado intelectual Anibal Ford falleció hoy a los 75 años en la ciudad de Buenos Aires. A continuación reproducimos uno de sus relatos tomado del libro: "Los diferentes ruidos del agua".

EL GRITO

Quince años después ese grito sigue en mis oídos. A pesar de mi edad no sé qué astucia animal, qué oscura sabiduría hizo que en los primeros años me esforzara por callarlo. Aun ahora trato de hacerlo y a veces pienso que llego a conseguirlo. Pasan meses sin que en el sueño o la vigilia vuelva a hundir los pies en las hojas secas mojadas por la lluvia, los árboles brillantes en lo más profundo del monte y de la noche, el agua corriéndome por el cuello, por la espalda, por el pecho, la luz de la linterna metiéndose trabajosamente en la oscuridad y yo casi inconsciente, buscándola, gritando, creyendo ver lo que no era, ahogado de cansancio. Es lo mismo, es volver a vivir lo mismo. Siempre tengo la certeza de no estar recordando. Por eso digo que quince años después ese grito sigue en mis oídos y cuando lo oigo es como si de pronto me pusiera a observar una zona de mi piel, algo que llevo siempre en mí, inevitablemente.
Mi padre nunca quiso creer lo del grito. Yo dejé de mencionárselo porque me di cuenta de que era inútil hacerlo. Era como si me dijera no me hables de eso, cuando lo haces te transformas en algo que desprecio.
No lo decía, pero sus ojos bastaban. De lo que pasó esa noche sólo aceptó una parte de mi relato y después no se habló más del asunto.
Cuando me despertó el chirrido del molino era la una y cinco de la mañana. El sonido subía y bajaba, cruzaba la noche enredado en la lluvia y el viento que avanzaban, irritados, sacudiendo los árboles, deshaciéndose contra las paredes de la casa. Recuerdo que las dos agujas verdes estaban juntas y que me quedé mirándolas mientras se separaban. Brillaban en la oscuridad. (Hacía más de un año que tenía el reloj. Me lo había regalado mamá antes de morir, el día que cumplí nueve años.) Llamé a mi padre. Julio se había olvidado otra vez de trabar el molino y no convenía que siguiera andando así; ya estaba bastante arruinado. Volví a llamarlo, pero mi voz se perdió en la soledad de la casa. Todavía no había regresado.
El se iba casi todas las noches a lo de Hepburn. A eso de las diez y media cuando yo me acostaba ensillaba su caballo y salía, al paso, fumando en la oscuridad. Se quedaban hasta las dos o tres de la mañana tomando whisky, escuchando onda corta, charlando, o simplemente callados, uno frente al otro. Siempre comenzaban con lo cercano, el mantenimiento de las chacras, los asuntos del pueblo, los arreglos, las plantas, las incubadoras, pero a medida que la bebida daba vueltas y se alargaba, cada uno penetraba en temas más borrosos y lejanos o en largos silencios. El inglés hablaba entonces de la guerra, relataba sin emocionarse los momentos en que había tocado la muerte volando como radio de un hidroavión en el Pacífico, armaba los fragmentos de su pasado despaciosamente como si estuviera buscando algo. Mi padre lo escuchaba y fumaba, sin hacer comentarios, tal vez callando sus recuerdos.
El campo de Hepburn quedaba a unos cinco kilómetros. Yo muchas veces esperaba despierto el chirrido de la tranquera perdiéndose en la noche, anunciando su llegada y al oírlo sentía que podía espantar el miedo de esas horas en la casa solitaria. Esto nunca se lo dije. No lo hubiese comprendido y no sin sufrir me fui acostumbrando. El me trataba como a un hombre y aprendí pronto que eso significaba que yo estaba solo y que era inútil darme vuelta para buscar la cara de mamá.
A veces el chirrido aceleraba su ritmo, subía y bajaba empujado por el viento que pasaba silbando a través de los eucaliptos, que hacía vibrar las persianas, que aplastaba las ráfagas de lluvia contra las paredes. Esperé media hora, inútilmente, pues sabía que Julio no lo iba a oír desde su casa. Prendí el farol y me senté en la cama. Me costaba decidirme a salir. Durante un momento me distrajeron algunos ruidos apagados en el comedor. Eran las dos menos cuarto. Comencé a vestirme. Me puse un saco, metí el pantalón pijama adentro de las botas y me eché encima un capote que me llegaba casi hasta los tobillos. El pasillo se balanceó iluminado por la luz del farol que puse con cuidado sobre la mesa, buscando la linterna con los ojos. Estaba sobre el aparador. La tomé y me dirigí hacia la puerta. Una bocanada de viento frío y cargado de agua me golpeó la cara. Llovía con fuerza, de costado.
El molino estaba detrás de la casa, a unos quince metros. Corrí pegado a la pared hasta el fondo y después crucé dando saltos. Apoyé la linterna en el suelo y me colgué de la madera que hacía de traba.

Entonces, oí el grito. Venía del monte que estaba a más de cien metros de la casa, hacia la izquierda. Era una parte del campo que no se trabajaba. No sé cómo, a pesar de la distancia el grito llegó claro, inconfundible a través de los ruidos persistentes del viento y de la lluvia. Me descolgué temblando, recogí la linterna y esperé con una mano apoyada en los hierros mojados mientras el chirrido del molino volvía a meterse terco y cortante en medio de la noche. Impotente la luz se agotaba a los pocos metros. Y de nuevo otro grito cruzó hacia mí, tan entrañablemente mío que un impulso superior al miedo que me llenaba el pecho, el vientre, las manos, hizo que comenzara a correr desesperado hacia el monte.
Fue mi padre, él me encontró. No sé si le dije algo los dos primeros días que pasé en cama, con fiebre, casi inconsciente, pero recuerdo que cuando me sentí un poco mejor y quise hablarle él me escuchó en silencio y cuando yo comencé a interrogarlo sobre lo que me había pasado me dijo secamente no hablemos más del asunto... olvidate, y se fue de la habitación.
A los pocos días él ya iba todas las noches a lo de Hepburn y la vida siguió como siempre. Dos o tres intentos de volver a hablar de lo sucedido en el monte me bastaron para no tocar más el tema. Me di cuenta de que era una de las tantas cosas que iba a tener que olvidar (o mejor, callar) a solas, sin ayuda, y que en cierta manera debía conquistar la seguridad que él tenía ante lo que me había pasado y ante tantas otras cosas.
Pasaron cuatro o cinco meses durante los cuales traté de olvidar. Creo que a veces pasaban días sin que yo pensara en el monte. Hasta que llegó esa mañana de noviembre.
Me levanté como siempre a las seis y mientras me vestía me extrañó no oírlo. El dormía muy poco y generalmente cuando yo me despertaba ya estaba en la cocina esperándome con el desayuno preparado. Lo llamé y al no obtener respuesta fui hasta su habitación. La cama estaba hecha. No había dormido ahí.
Recorrí la casa, salí. Julio no lo había visto. Entonces ensillé un caballo y me fui hasta lo de Hepburn. Tampoco estaba, se había ido de ahí como siempre, a eso de las dos de la mañana. Seguí hasta el pueblo. Pregunté en el almacén, en la comisaría. Nada. Decidí volver con la esperanza de encontrarlo en casa, pero no había regresado. Julio lo había estado buscando sin resultados y estábamos parados hablando atrás de la casa cuando sin querer fijé los ojos en el monte. La idea se clavó en mí de tal manera que no pude apartarla y ya no oí más lo que Julio me decía.
Corrí, me metí entre los árboles y comencé a buscarlo, a llamarlo. A los diez minutos lo encontré. Estaba tirado al pie de un árbol. Tenía los ojos abiertos y me miraba, pero no podía moverse ni hablar.
Murió a los diez días. Estaba completamente consciente. Yo me quedé al lado de su cama viendo cómo todo se iba lentamente, sin remedio. Muchas veces estuve a punto de hacerle preguntas sobre lo que había pasado esperando tal vez que él me contestara algo con la mirada, algo que afirmara o negara aquella otra noche de tormenta en que yo había corrido desesperado hacia el monte. Muchas veces estuve a punto de preguntárselo pero no lo hice. No fue por él sino por mí. Temí que al escucharme ya no me hubiese mirado con desprecio.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Entrerriana premiada en Certamen Latinoamericano

En el marco del 10º Festival y Congreso Latinoamericano “Una Puerta a la Libertad”
Ester Brafa, artista entrerriana y docente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) fue galardonada con el 1º premio del Concurso de Dramaturgia: "Monólogos Teatrales-Una Puerta a la Libertad" referido a la locura en relación al arte y a los derechos humanos, organizado por el Frente de Artistas del Borda y auspiciado por el Instituto Nacional de Teatro, la Asociación Civil de Artes Escénicas y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
La obra se tituló “Abrazo” y fue interpretada por el actor Héctor Bidonde en la apertura de este Congreso realizado en el Complejo Teatral Radio City Roxy de Mar del Plata el 13 de octubre pasado.
Brafa ha venido trabajando incansablemente desde la docencia en la valoración del arte como campo de conocimiento, y la consideración del acto creativo como una forma de libertad y realización del ser humano.
En declaraciones al boletín de la Facultad en la cual ejerce su docencia, con relación a su decisión de participar en este concurso, dijo: “Yo escribo desde siempre, pero escribía para guardar, hasta que me di cuenta que había que empezar a mostrar y comencé a buscar adonde podía enviar lo que tenía producido; cuando vi la convocatoria del Frente de Artistas del Borda me apasionó el tema: la locura en relación al arte y los derechos humanos”.
Para el próximo año ya está trabajando junto con un grupo de colegas en un proyecto ambicioso que consiste en recrear, con los lenguajes del teatro, la danza y los sonidos, un fragmento de “El evangelio según Jesucristo” del escritor José Saramago. La artista ha conseguido obtener la autorización del propio autor a través de la Sociedad General de Autores y Editores de España.

"ABRAZO"
Por María Ester Brafa


Si, doctor, un sueño, tuve un sueño. Pero esta vez tengo la sensación de no haber
despertado, hay algo en mi cuerpo que aún está en el sueño, o el sueño en mí, no sé…
Estaba escribiendo un cuento y las palabras iban cayendo sobre el papel como si
estuviera sacándome la ropa. Cada palabra se veía con el color y la textura de cada
prenda. Escribía e iba desnudándome. Se tocaban el papel y mi piel. El abrigo era un
verbo y un adjetivo la prenda íntima. Ya desnudo miré mi vestuario sobre la hoja y me
di cuenta que éramos dos desnudos, frente a frente, ambos buscando el sustantivo. No
aparecía el sustantivo…. y desperté… o parece, no sé… y sigo buscando el sustantivo.
Nunca soñé algo así, doctor.
Lo raro es sentir que el sueño continúa y ahora llevo encima y adentro la
sensación de que la ropa es una interrupción… ¿será que nos vestimos o nos
disfrazamos?
Quiero seguir escribiendo y me pasa lo mismo con las palabras que con la ropa,
se me escapan, no sé si se esconden, huyen, o iluminan.
Dígame, doctor, ¿cuál es el límite, la piel o la mirada? Si no es la piel ni la
mirada, son los sueños? Y el límite de los sueños, ¿cuál es?
El caso es que ahora no puedo escribir sin desnudarme y con la piel al aire las
palabras llegan aladas. ¿Sabe lo bueno que es quitarse la ropa y a la vez quitar a cada palabra lo que sobra, desnudarla, buscarle el alma? Armo cada término puliendo,
enlazando, rompiendo, vistiéndola con desnudeces; y el lenguaje se me mete por los
pliegues de la piel y siento que no hay traición posible.
¿Sabe doctor de qué me acordé al despertar del sueño…? ¡De aquel día! Aquel
día, tendría 6 o 7 años y llovía mucho. Salida de la escuela, lluvia amenazante. Y la
felicidad infinita de ver a mi papá esperando con un abrigo en su mano. Tengo su gesto presente en los ojos y el corazón. ¿Dónde habrá quedado el abrigo... y dónde aquella felicidad infinita?. Pero me quedó el gesto en los poros. ¿No le parece doctor, que la piel es como un palimpsesto…? En ella vamos escribiendo palabra a palabra, deseo a deseo, lágrima a lágrima, felicidad a felicidad. Si, es la piel donde hay que escribir, su destino de papel no miente.
Recuerdo que una vez usted me preguntó porqué escribía, no sé que le contesté
pero sí recuerdo su pregunta. ¿Por qué escribo? ¿Por qué creo historias con las palabras?
Yo le pregunto a Usted doctor: ¿cómo es vivir sin inventar?, ¿cómo es vivir sin
crear…?, ¿cómo se salva la gente del naufragio en el rito cotidiano de vivir?, ¿cómo
sino en la creación?
La creación… el refugio y también el exilio. No, no es la ropa la que nos
protege, es la irreverencia de la creación.
¿Por qué escribo? Para caminar por la incertidumbre… ¡claro, ahora entiendo!
Al quitarme la ropa me quito la certeza de los dogmas, ¡eso, eso es!, la luz de la
creación es la que desnuda, es como estar en un templo que no niega el desamparo ni
revela los misterios. ¡La desnudez es la medicina, la desnudez, doctor! Además, sin
vestido se sienten mejor las ganas del abrazo. Sí, todos esperamos el abrazo, esperamos un gesto de clemencia que nos cuide del despojo, no el de la ropa, del otro, del despojo de los sueños… Sí, todos esperamos una visión, un cántico, algo que nos diga que existimos, esperamos un intento, la presencia sencilla de un padre que rompa este miedo y nos levante.
Y vamos con la piel al aire, esperando el abrazo. Sabe qué, doctor, ¿no quiere mi
ropa…? Ya decidí que no la necesito más, ya encontré mi medicina, la piel y el papel
desnudos, para poder seguir creando. Quiero seguir así, sin relojes efímeros que midan el paso ni recuerdo de cárceles que enrejen el sentimiento. Desde ahora, me autorizo a no saber, a inventar un santuario inconcluso con ritos oscilantes como oscila el aliento y titubean los astros.
Así quiero seguir, con la memoria anclada en la piel, debo seguir buscando el
sustantivo. ¡Ah, doctor!, antes de irme, ¿no me abraza…?

martes, 3 de noviembre de 2009

CINCO PIRULOS!!!!


En esta semana sale el número aniversario de EL COLECTIVO. Será un añito más de vida aunque para algunos todavia estamos en pañales con todas las consecuencias del caso.
Aquí un adelanto de lo que se viene esta semana, si Dios y Guillermo así lo deciden.

Fondos de Mineras y Universidad Pública:
¡¡ERAMOS TAN POBRES!!
Textos y Entrevistas:
LUÍS LAFFERRIERE
DIEGO FAINSTEIN
FRANCISCO HEREDIA
RAÚL MONTENEGRO

Entrevista exclusiva con ALFREDO MOFFATT:
“SOY UNA ESPECIE DE PSIQUIATRA CLANDESTINO”

ARTHUR OVO – LACTO VEGETARIANO por Maxi.
ROCK PARANAENSE: Electrocuerpo -
Manacha Yañez y la Pasión por el Teatro.
FOTO DEL CANCER por Francisco Heredia
DESOCUPACIÓN Y EXCLUSIÓN SOCIAL- Martin Carlomagno.
ADEMAS:

REGALITO ANIVERSARIO
Suplemento especial: “ESCENARIOS, INTEMPERIE: LA BÚSQUEDA DE REFLEXIONES Y ACCIONES COLECTIVAS”
POR “TATO” IGLESIAS (UNIVERSIDAD TRASHUMANTE)

Reservalo a tu kioskero amigo porque este número sí que se agota.