Revista EL COLECTIVO

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jueves, 12 de enero de 2012

“BUSCO ESE MILAGRO DE LA VIDA QUÉ SE TRANSFORMA”


ENTREVISTA A PIPO LERNOUD
Por OSVALDO QUINTANA

A Pipo Lernoud no le gusta definirse, desconfía de esas palabras que encasillan y atan. Pionero del hippismo en Argentina, uno de los primeros letristas del rock nacional, protagonista desde sus inicios de publicaciones independientes como Expreso Imaginario, acercando temáticas distintas como pueblos originarios o ecología cuando solo era una lejana palabra, Pipo es enemigo de “teorizar y vivir en la cosa abstracta”. Locuaz, entusiasta, reflexivo y con 64 años cumplidos, el autor de Ayer Nomás habla en este extenso reportaje para EL COLECTIVO de sus creencias, sus dudas y certezas. El pasado y el presente. Mientras algunos intentan definirlo como casi una leyenda, él prefiere verse a sí mismo como una persona que busca la acción con muchas preguntas distintas.

“Yo no me siento poeta, pero escribo poesía. No me siento agricultor pero he hecho agricultura orgánica. Tampoco soy editor de revistas sin embargo hice tres. Para mí es muy importante hacer cosas en el mundo concreto: editar revistas, libros de poesía, leerlas, convertir mis poemas en canciones, hacer agricultura orgánica”.
Dice que está por construir una casita en la Patagonia, frente al Bolsón, para tener una chacra y poder escribir; que hace poco, luego de 43 años, volvió a componer una nueva letra junto a Pablo Dacal, y que otros tres grupos están haciendo temas con textos suyos. “Es como el regreso”- define - , y cuenta de su entusiasmo con la nueva generación de músicos y compositores con quienes suele subirse a los escenarios. “Estoy viviendo una experiencia muy parecida a la de la Cueva”, afirma, haciendo mención al boliche donde prácticamente nació lo que luego se llamaría rock nacional. Una historia que lo tuvo como protagonista.
“Cuando saqué mi libro de poesía me di cuenta que, de alguna manera, a través de las cosas que hago estoy diciendo lo mismo. En la poesía digo que pertenecemos al universo, que venimos desde que se produjo el big bang y estamos compuestos por la misma sustancia que los planetas. Tomamos forma, vamos a perderla y volver a ser de la misma sustancia de que está hecha la tierra. Eso también lo ves en la agricultura orgánica: cuando reciclas el material para hacer abono te das cuenta que las pajas del maíz se convierten en tierra negra. Todos nos convertimos en tierra negra. Eso me maravilla y apasiona. Busco ese milagro de la vida que se transforma, en las notas, en lo que escribo. Después, me encanta el rocanrol, escribo sobre el rocanrol”.
“Me cuesta definirme”, insistirá Pipo aunque, con el trascurrir de la entrevista, elegirá reconocerse como periodista. Después sacará cálculos y concluirá contando que acaba de cumplir 43 años dentro de lo que algunos definen como periodismo de rock. Desde la revista artesanal La Mano una temprana publicación que intentaron sacar junto a Moris, en el 66, pasando por la Expreso y Canta Rock hasta la recientemente desaparecida La Mano, junto a Roberto Pettinato.
-Fuiste fundador de revistas que hicieron historia. ¿Qué significó el Expreso Imaginario para vos?
- “Hubo tres puntos del Expreso que me marcaron e hicieron la persona que soy. Uno, el reportaje al músico brasilero Egberto Gismonti. Nosotros veníamos del rock y, aunque poseíamos una formación bastante abierta, teníamos una visión limitada de las cosas. El tipo nos hizo ver que estábamos en un continente lleno de vida con millones de cosas para hacer, mixturar y descubrir. Y que todo podía hacerse con muy pocos elementos. Lo segundo fue el reportaje a Gary Snyder, un personaje del libro “Los vagabundos del Dharma” el libro de Jack Kerouac, que cuenta su encuentro con Snyder. El personaje es un escritor, poeta, budista y antropólogo que viajó por todo el mundo. Juntos van a descubrir las montañas, los ríos y los bosques donde no hay nadie. Narra la aventura de descubrir sus miedos, soledades y asombros en medio del bosque y trepando montañas. Después Atahualpa Yupanqui, la síntesis de lo que es este país apenas salís de Buenos Aires. Y habiendo vivido en el campo, me significó mucho. ¿Vos sabes la anécdota de ese reportaje? Después de conocer a Atahualpa yo me dije “tengo que hacer una investigación de qué carajo es el folklore hoy”. Entonces fui a Cosquin llevándome la revista con tapa de Atahualpa. En ese momento le habían levantado la prohibición y estaba en una conferencia de prensa. Y allí dice:” porque la mejor entrevista que me han hecho fue de unos muchachos del rock, de la revista Expreso Imaginario”. Yo estaba ahí y casi me muero”.


Tocando con León Gieco-IFOAM 98


BASTIÓN DE RESISTENCIA JUVENIL, vehículo aglutinante frente a tanta oscuridad. ¿Por qué no existe hoy una revista como el Expreso? ¿Es posible el surgimiento de una publicación de estas características? Pipo cuenta que en alguna de las FLIA (Feria del Libro Independiente y Autogestionada) suele dar una especie de conferencia proyectando imágenes de la revista y siempre termina preguntando lo mismo. “Nunca encontramos respuesta”, confiesa. “Está la típica, “porque contra Videla estábamos mejor”, contra una persecución muy grande estábamos unidos y con objetivos más claros”. Yo pienso que en este momento existen muchas distracciones: la gente está más en Tinelli o la política de todos los días y no tiene ganas de pensar en los temas que planteaba el Expreso”.
Para Lernoud la tendencia inevitable es que la gente lea por Internet. “Estoy haciendo videos de poemas para subir a YouTube, me parece el método del futuro. Tengo un blog donde escribo lo que quiero y sin límite de lectores (*). En una revista de papel hay muchas limitaciones, pero amo el papel escrito. Ahora con el facebook la gente tira opiniones livianamente. Antes tenías que sopesar mucho, era muy difícil, además de peligroso”.
-¿Cómo ves al periodismo hoy?
-En este momento estoy muy entristecido con la pelea entre el periodismo oficialista y el clarinista. Veo un nivel muy bajo de discusión. Creo que se tiran mierda con un ventilador.
-No hay discusión, hay chicana.
-Claro, pura maledicencia. Me parece que de golpe nos pusimos partidistas. A quien se corre un poquito de la ideología oficial le cortamos la cabeza. Existen enfrentamientos que no veo desde los 70. Por esos años yo viví muy fuertemente la quebradura de nuestra generación: los militantes y los rockeros, por ejemplo. Y toda la cosa de “nosotros somos los que tenemos todas las respuestas porque leímos a Marx, Fanón o a quien carajo”. Fue muy doloroso ese proceso de pelearse con amigos. Mi mejor amigo fue el primer Montonero muerto. Tuvimos discusiones terribles cuando dijo que empezaría a andar armado. Y, aunque en este momento no se habla de armas, estamos en un espacio de intolerancia muy fuerte. Eso sucede en el periodismo político, pero cuando se producen estos enfrentamientos todo se convierte en político. Yo no estoy con el gobierno ni contra él.
De pronto Lernoud titubea. Parece arrepentido. “Tengo miedo de lo que digo cuando se tocan estos temas, pienso que será distorsionado – confiesa - Porque todos tienen como una agenda, y eso me rompe las pelotas”. ¿Ustedes cómo lo ven?, nos interroga. Después menciona una de las características esenciales que tuvo la Expreso: “¡Lo más importante fue que marcó su propia agenda y va fangulo! Porque si vas a discutir lo que discute todo el mundo, es tremendo. En este momento el nivel de nuestro periodismo es bajísimo por este problema. Conozco muchos periodistas peleados entre sí, y no me gusta”.
-¿Pero de donde surgió este conflicto entre pares?
-Hasta cierto punto pienso que es un manejo del gobierno que se fabricó un enemigo con Clarín. Me sorprende que tipos como Víctor Hugo Morales, de un nivel de cabeza muy interesante, hoy estén convertidos en chirolitas del gobierno.
En realidad es más fácil criticar al gobierno que a la oposición. Por ejemplo, la minería, o esa cosa desastrosa que han hecho con la ganadería. Eso me preocupa, me da bronca y puteo, lo haya hecho Cristina, Macri o cualquiera.
Últimamente cada vez que voy a decir algo me preocupo en aclarar: estoy de acuerdo en algunas de las cosas que hizo este gobierno, porque no me considero opositor.
-Tenes que atajarte, aclarar que no sos de derecha.
-Claro, sos periodista y estás paranoico. Van a pensar que sos esclavo de Magneto o de Mariotto. Si te corriste un poquitito, chau. Es un pensamiento estalinista. Los medios manejados por el gobierno, que son muchísimos, son prácticamente fotocopias. Eso empobrece la discusión.

POR LOS AÑOS 70 el retorno a la naturaleza se presentaba como una alternativa posible a las grandes concentraciones urbanas cada vez más invivibles. Aunque, claro, una cosa era cantar “vamos al campo” y otra muy distinta llevar eso a la práctica. La tierra era algo más que una palabra y de lo que se trataba, por entonces y siempre, era de predicar con el ejemplo.
-¿Cómo surgió tu interés por la agricultura ecológica? - En el 68 me fui a vivir a Capilla del Monte con Miguel Abuelo, Tanguito y una pareja que tenía. Estuve casi un año, hice una huertita. Cuando Miguel y Tango se volvieron yo me quedé. Poco después, a partir del Expreso y la sección “Guía práctica para habitar el planeta tierra” se conformó un grupo interesado en la agricultura ecológica. Cuando terminó la revista, armamos una cooperativa de compras llamada “Al pan, pan”. Funcionó muy bien. Nos conectamos con gente del Bolsón, de San Marcos Sierra y de Mendoza. Se crearon otras cooperativas. Este proceso duró dos años, de ahí salió la primera estructura de agricultura orgánica en Argentina: CENECOS, Centro de Estudios de Cultivos Orgánicos. Yo organizaba los cursos y sacaba ciertas publicaciones. Al tiempo empecé a hacer agricultura, compramos una chacrita cerca de Chascomus, comenzamos a producir y mi mujer se puso a vender. Una distribución a domicilio. Paralelamente teníamos esta asociación que era miembro de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica que reunía a todos los movimientos, con dos millones de miembros en todo el mundo, la mayoría asociaciones de campesinos. De esa federación yo llegué a ser vicepresidente.
-¿Cómo ves la política de medio ambiente de este gobierno?
-No hay políticas de medio ambiente en el país, es más, creo que nunca existió una política coherente en ningún gobierno. Ya mencioné la destrucción de la industria cárnica. Hasta hace unos años nuestro país simbolizaba en el mundo la carne natural. Hoy, para dejar espacio a la soja, han estimulado los feedlot que consiste en reunir a todas las vacas en un corral cerrado, llevarles la comida y sacarles la bosta. Dos trabajos que hacia la vaca hoy se hacen gastando nafta, a veces dejando la bosta en zanjones y contaminando las napas. Un desastre ecológico mayor. En este momento se está subsidiando feedlot, Hace un par de años salieron en los diarios los grandes negociados. Peor aún es el desastre ecológico. Vas a cualquier supermercado, miras un corte de lomo y notás que tiene como hilos de grasa en el medio del músculo. Cuando la carne era de pradera y las vacas caminaban eso no existía. Hoy, como no caminan y su dieta es 90% grano, tienen una cantidad de grasa intramuscular. Por eso los problemas de obesidad en Estados Unidos. Este tema del feedlot generará en 15 o 20 años un aumento de la obesidad, de la hipertensión y la diabetes. Los problemas ecológicos y de salud están entretejidos. Nadie plantea este tema que hace a la salud de la población. Antes alimentábamos a los reyes, porque teníamos la mejor carne y los mejores granos, ahora alimentamos a las vacas europeas. En aras de un supuesto negocio, que no lo es, en vez de exportar cosas más certificadas, vamos a un producto con menos valor agregado. Este gobierno, además, ha cometido errores graves, por ejemplo el tema de la minería a cielo abierto, que empezó Menem, continuó esta gestión y es el negocio de varios gobernadores amigos. Para sacar un anillo de oro necesitan destruir veinte toneladas de montañas. Y el arsénico que se usa para separar el oro va a las napas de los ríos. Si se contaminan, se acabó todo. Creo que el medioambiente somos todos. Estamos formados por los mismos elementos que forman las plantas, los animales y el suelo. Como decía Atahualpa, “somos tierra que anda”. Al morir volveremos a convertirnos en tierra. No hay una separación entre el hombre y la naturaleza. No hay conciencia de eso.


Con Vanda Shiva

-¿Crees que esta sociedad es más libre que ayer?
-Creo que es más libre pero también está más distraída. La maquinaria de distracción es mucho más poderosa que cuando éramos jóvenes. Cuando me dicen: “ah la época de la Cueva era bárbara”, yo le digo: “no era bárbara para nada”. Nos echaban de casa por pelo largo, te echaban del laburo, del colegio. Íbamos en cana todo el tiempo. Era muy difícil hacer el amor con tu novia. Se suponía que todos debían llegar vírgenes al matrimonio. Hoy todos puede tener el pelo largo y convivir con su novia. Sin embargo, tenes a Tinelli que lleva de la nariz a las masas. Hay una maquinaria de entretenimiento y distracción muy fuerte que parece divertida, moderna e interesante, pero en realidad es fuertemente distractiva. Hoy es muy difícil estar en silencio con vos mismo porque es automático prender la radio o la televisión. Entonces, creo que estamos evolucionando como sociedad pero, paralelamente, estamos destruyendo el planeta que nos cobija. Hoy los pobres, clase media o baja, tienen una posibilidad de expresarse y crear cosas que no tenían hace cincuenta años. Cuando nosotros íbamos a la Cueva estaban los edictos policiales que prohíban la homosexualidad. Hoy se pueden casar. Se evolucionó muchísimo en libertades y derechos de las personas.
-Es como una contradicción: se va evolucionando y por otro lado se está destruyendo el planeta.
-Esa es la contradicción central. El cambio climático es muchísimo más grave de lo que la gente cree, y no solo hará que suba el agua del Rio de La Plata inundando las costas, sino que va a cambiar el clima. Cambios que afectaran muchísimo la vida de las personas.
-Dentro de este sistema, ¿pensas que podemos decidir qué hacer con nuestra vida?
-Hay bastante libertad para decidir qué hago con mi vida. Obviamente un tipo que nace en una villa tiene muchas menos posibilidades de desarrollo personal que cualquiera de nosotros. Me refiero a que, en general, gran parte de la población tiene la posibilidad de elegir otra forma de vida. Una chacra cuesta igual que un departamento. Tener un trabajo en un banco o en el medio del campo, son cosas que pueden elegirse. Creo que la clase social en que naciste, la educación que recibiste y los medios que te rodean influyen mucho, pero cada uno de nosotros es responsable. Yo he hecho una vida muy distinta de la de mis primos caretas. Lo he visto en millones de casos. No creo que el Estado tenga que proteger a las personas y guiarlas como nenitos. ¿Por qué en medio de la pobreza, de las dificultades, surgió Miguel Abuelo, un chico que no tenía padres, con montón de problemas y que, sin embargo, desarrolló una vida creativa?
-Tocaste el tema de la música. Hoy con un concurso podes ser famoso al otro día.
-¡Pero eso para mí es como el Club del Clan! En mi época, Palito Ortega se presentó como cafetero, lo vieron, dijo “yo canto” y les pareció que podía andar. Lo mismo que hoy con Operación Triunfo. Todo está súper industrializado y organizado. En aquellos momentos eran búsquedas. Hoy son multinacionales con estudio de mercado y mucho marketing, antes eran personas. Básicamente es lo mismo. Cuando estábamos en La Cueva y éramos 20 tipos, ya estaba el Club del Clan a full. En este momento está Operación Triunfo, Tinelli, Latin American Idol o no sé qué carajo. Por otro lado esta Flopa con su guitarrita, cantando en lugares chicos temas maravillosos. Ha elegido no entrar en esa picadora de carne, a igual que Tanguito o Javier Martínez eligieron no entrar en el Club del Clan.
LA GENERACIÓN HIPPIE. Pipo dice sentirse feliz de haber pertenecido a esa generación. Aquella que creo Greenpeace, Amnistía Internacional, la IFOAM y toda la agricultura orgánica, la que creo las terapias naturales, el parto natural, aquello que anunciaba el Expreso: la medicina china, el yoga, la meditación, el tai chi, del i-ching, un montón de culturas más armoniosas que hoy forman parte de la vida cotidiana. “Hace treinta años hablabas de ser vegetariano y pensaban que ibas a enfermarte. En realidad, ellos están más sanos que los carnívoros. La generación hippie, gente activa y creativa, cambió la sociedad. Siempre pensé que la prueba de si funcionaba lo nuestro o no, era que naciéramos de otra manera; que tuviéramos parto natural en un ambiente afectivo, no medicalizado, casamientos con nuestros propios rituales y también muerte nuestra. Hace poco falleció un amigo que tocaba en Los Jaivas y le hicimos un velorio muy lindo. Leímos poemas, alguien tocó el sitar. Creo que si uno se enfoca solo en lo empresarial, pierde muchísimo en el camino. El nacimiento, por ejemplo, debe ser una fiesta para los padres. Yo tengo cuatro hijas. En tres de ellas estuve en el parto, ayudando. Fue uno de los momentos más mágicos de mi vida. Ves que esa persona que sale de tu mujer está hecha con la carne de tu carne. Pero si eso te lo sacan no podes verlo. Yo he lavado mis hijas, he cortado el cordón, he participado. Hoy eso es algo normal”.
Cuando en 1998 se encargó de organizar el Congreso Mundial de la Federación que se realizó en Mar del Plata, Pipo tuvo la oportunidad de reencontrarse con mucha de aquella generación: la que se fue al campo, hippies que armaron granjas y huertas, los que iniciaron el movimiento orgánico y ecológico en todo el mundo, por ejemplo The Farm, unos hippies que crearon una granja enorme en Tenesse, Estados Unidos, donde además hacían parto natural. Una organización de mil familias muy admirable que dura hasta estos días. “Gente que han logrado cosas, que laburan sacando productos de muy buena calidad y están vendiéndole al mundo. Tipos que trabajan con pequeños productores en lugares perdidos en la montaña. A mí me hizo mucho bien ver eso porque hay un nivel de trabajo concreto, es gente que realmente está haciendo cosas.
-¿Sos optimista respecto al futuro?
-Yo pienso que si desaparecemos no hay ningún problema. Creo que el futuro es un agujero negro. Todo esto va a desaparecer dentro de unos cuantos miles de millones de años en un agujero negro, va a acabarse de la misma manera que empezó: con el Big Band. Eso me parece parte del chiste. Morir me parece muy importante, tanto como vivir. A lo mejor esto es un instante. Toda la civilización humana no es más que la consecuencia del cerebro, que es una configuración que produjo la naturaleza como la cosa más compleja, que evolucionó hasta llegar al cerebro humano. Los monos tienen herramientas, los humanos empezamos a desarrollarnos culturalmente y a desarrollar todo lo que nos rodea. Creemos que esto es lo importante en el mundo y es nada más que un pedo en el espacio. Hay miles de millones de galaxias donde esto no tiene ninguna importancia. Yo creo que no hay que apegarse. Si esto termina mañana, habremos vivido una buena experiencia. Yo soy básicamente optimista. Creo que esta experiencia de vivir es maravillosa.
-¿Para que pensas que estamos acá?
-Creo que no estamos para nada. No hay un objetivo. La vida se creó espontáneamente. El desarrollo del cerebro humano es también espontaneo, un resultado de la evolución. No hay un dios. Creo que somos una casualidad, podemos desaparecer mañana y pueden aparecer otras cosas mejores.
-¿Pero, con qué incentivo nos levantamos cada mañana?
¡Porque cada segundo de la vida es un milagro! No necesito pensar que me estoy levantando para algo ulterior, o para ir al paraíso. ¿Para qué te levantas? Para vivir, porque la vida en sí es maravillosa. El hecho de poder levantarte es un milagro. El hecho de poder pensar y decir “hoy es sábado, llueve”, que se yo, no sé. No hay nada más. No hace falta dios, No hace falta nada. Esto que esta acá, esto que sos vos, que soy yo, es lo que es. Todo lo demás sólo es ponerle colores, decorarlo.
(*) http://calandriasygratebus.blogspot.com/

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy buena entrevista ! Soy colega de Pipo de aquella epoca,la cooperativa donde comprabamos en el mercado central y dividiamos en montañitas iguales para repartirnos,en las terrazas de amigos.Un placer escucharlo !